La orquestación fue grabada en Londres mientras que la voz fue grabada por Nino Bravo en Madrid, tan solo unas semanas antes de sufrir el accidente que le costaría la vida. El álbum salió al mercado unos meses después de su muerte y en solo unas semanas se convirtió en un éxito de ventas.[1] El sencillo alcanzó el número uno de las listas de éxitos españolas en 1973.[2] En 2013, el tema fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy latinos.[3]