El seleccionado alemán clasificó gracias a su derecho de organizador del torneo. A pesar de ser el subcampeón de la Copa Mundial de Fútbol de 2002, Alemania había tenido una pobre participación en torneos previos, siendo eliminada en primera fase en la Eurocopa 2004 y perdiendo en las semifinales de la Copa Confederaciones 2005.
Durante la realización del torneo, tuvo una irregular participación en la primera fase: aunque comenzó con un importante triunfo ante Costa Rica, tuvo un mediocre partido ante Polonia logrando anotar a los 90' y finalmente demostró un brillante juego al derrotar por 3:0 a Ecuador, pasando a los octavos de final.
En la segunda ronda, la calidad del equipo comenzó a ganar confianza en el país organizador, especialmente tras la contundente victoria sobre Suecia en octavos de final. En el partido siguiente, tras una tanda de penales, los teutones derrotaron a Argentina. Aunque en semifinales fueron derrotados por la eventual campeona, la selección italiana, Alemania sorprendió al mundo obteniendo el tercer lugar, luego de que previo al torneo muchos especialistas manifestaban su preocupación por el bajo rendimiento de la selección hasta ese momento.[1]
Alemania ingresó directamente al Grupo A de la Copa Mundial como sede organizadora de la misma, acompañado por Ecuador (que se había clasificado como tercera en su zona), Polonia (clasificado como uno de los mejores segundos en su eliminatoria) y Costa Rica (que finalizó en tercera posición en el Grupo Final de su confederación).
La selección de Alemania disputó el partido inaugural de la Copa frente a Costa Rica en el Allianz Arena de Múnich, el día 9 de junio. El equipo germánico se puso en ventaja rápidamente con un gol de Philipp Lahm, apenas seis minutos después de comenzado el encuentro, aunque el conjunto centroamericano logró empatar el partido poco después por medio de Paulo Wanchope. Sin embargo, el alemán Miroslav Klose volvió a poner a su equipo arriba antes de llegar a los veinte minutos de la primera parte. Ya en el segundo tiempo, el mismo jugador anotó el tercer tanto para aumentar la diferencia, a pesar de que Wanchope descontó más tarde. Torsten Frings fue el jugador que anotó el último gol de los europeos para el 4-2 definitivo, a tan solo tres minutos de la finalización del encuentro. Por sus dos goles, el futbolista Miroslav Klose fue elegido Jugador Budweiser del partido,[2] que casualmente ese mismo día festebaja su cumpleaños número 28.
Cinco días más tarde, Alemania debió enfrentarse a Polonia. El partido se llevó a cabo en el Signal Iduna Park, de la ciudad de Dortmund, y se presentó como el más complicado para el conjunto germánico dentro de la fase de grupos, que luego de noventa minutos de incesable pelea, encontró el gol gracias a Oliver Neuville en tiempo de descuento de la segunda parte. Philipp Lahm fue elegido como el Jugador Budweiser del partido.[3] El triunfo logrado frente a la selección polaca, sumado al obtenido días antes frente a Costa Rica y al gran desempeño del conjunto ecuatoriano (que también derrotó a las mismas selecciones), posicionaron a Alemania directamente en los octavos de final de la Copa, días antes de tener que enfrentarse al equipo sudamericano para cerrar la fase de grupos.
El 20 de junio, las selecciones de Alemania y Ecuador se presentaron en el Estadio Olímpico de la ciudad de Berlín con el objetivo de definir cual de ambos finalizaría ganando el grupo y cual terminaría en segundo lugar (ambos equipos ya estaban clasificados a la siguiente ronda). Bastaron solamente cuatro minutos para que el conjunto germánico abriera el marcador por medio de Miroslav Klose, mismo jugador que convirtió el segundo tanto a solamente minutos de que acabe el primer tiempo. Lukas Podolski dio cifras definitivas al partido luego de anotar el tercero en los minutos iniciales del segundo período. De esa manera, Alemania se clasificó primera en la zona por quinta vez consecutiva en la historia. Michael Ballack fue elegido Jugador Budweiser del partido.[4]
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Alemania, tras este torneo, se mantuvo invicta en las cuatro tandas de penales que ha disputado en toda la historia de la Copa Mundial de Fútbol.
Alemania fue el equipo con el mayor número de entradas a lo largo del torneo: 220.
El grato ambiente generado en el equipo alemán durante el torneo fue un acto ejemplar para el resto de los competidores. A tal punto llegó el compañerismo que el arquero titular, Jens Lehmann, cedió su puesto a su histórico rival, Oliver Kahn, para el partido de definición del tercer lugar.[5]
El partido por los cuartos de final, disputado en el Estadio Olímpico de Berlín ante Argentina fue definido por penales. Antes de cada penal ejecutado por el seleccionado argentino, el portero Jens Lehmann miraba un papel que tenía guardado en su media derecha, acertando luego la dirección de todos los penales y deteniendo dos de ellos. Posteriormente, el cuerpo técnico alemán reconoció que había estudiado a los pateadores argentinos durante años, y que ese papel contenía la información detallada de cada jugador.[6][7] Sin embargo, posteriormente la lista fue dada a conocer y sólo dos de los cinco tiros fueron efectivamente predichos; los restantes jugadores de la lista no participaron en el lanzamiento de penales.[8] La lista sería posteriormente subastada en un millón de euros (donados a una institución de caridad) y fue incorporado a la muestra permanente de la Casa de la Historia, en Bonn.[9]
Desde 1934, Alemania ha obtenido el tercer lugar cada 36 años. En las tres ocasiones en que ha llegado a esta instancia (1934, 1970 y 2006), Italia llegó a la final.
Alemania fue campeona por última vez en Italia 1990, torneo en que los anfitriones obtuvieron el tercer lugar. En 2006, el resultado fue inverso: Italia fue campeona y Alemania obtuvo la medalla de bronce.
En un concurso realizado por Hyundai, los aficionados de los equipos eligieron un lema para cada seleccionado, el cual sería colocado en los buses que transportarían a los jugadores a lo largo del país. El eslogan elegido para Alemania fue «Für Deutschland, durch Deutschland» (Por Alemania a lo largo de Alemania)[10]
El fabricante de relojes Casio, quien fue el cronometrador oficial del torneo, lanzó una edición especial de su modelo G-Shock DW-5600 con los colores negro y blanco, característicos del uniforme de la selección alemana.[11] Sin embargo, un curioso error en la combinación de los colores del reloj provocó que la bandera alemana se confundiera con la de Bélgica, país que no clasificó a la Copa del Mundo.[12]
Alemania eligió la ciudad de Berlín como su "cuartel" durante la realización del torneo.
↑Sjors (27 de junio de 2010). «#26 G-Shock für die Mannschaft am Weltmeister Fuβball 2006 DW-5600WC-1JR». 50 weeks of G-Shock by Sjors and friends(en inglés). Blogger. Consultado el 9 de octubre de 2017. «There is made quite a mistake in the sequence of colors though. Black-yellow-red are the colors of the Belgian flag (in vertical lanes), the correct colors of the German flag are Black-red-yellow.»