Su término municipal está formado por un solo núcleo de población, ocupa una superficie total de 60,46 km² y según los datos demográficos recogidos en el padrón municipal elaborado por el INE en el año 2017, cuenta con una población de 198 habitantes.
Tiene dos humedales de gran valor ecológico: la Laguna del Cristo (junto a la ermita del mismo nombre) y la Charca de la Cervera, por donde pasan una gran variedad de aves migratorias.
La economía local está basada principalmente en la ganadería (con especial mención del cerdo ibérico) y en la agricultura en menor medida.
«En campo de azur sostenida de ondas de plata y azur, una cruz latina recortada de oro. Al Timbre, corona real cerrada»
Bandera
La bandera municipal fue aprobada con la siguiente descripción textual:
«Rectangular, de azur cruzada de amarillo»
Historia
Su fundación se remonta a la repoblación efectuada por los reyes de León en la Edad Media, quedando encuadrada en el Campo de Yeltes de la Diócesis de Ciudad Rodrigo tras la creación de la misma por parte del rey Fernando II de León en el siglo XII, teniendo en la Edad Media la denominación de Aldeyuela,[3] nombre del que deriva el actual de "Aldehuela". Con la creación de las actuales provincias en 1833, Aldehuela quedó encuadrada en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa.[4]
Geografía humana
Demografía
Cuenta con una población de 181 habitantes (INE 2024).
Gráfica de evolución demográfica de Aldehuela de Yeltes[5] entre 1842 y 2021
Según el Instituto Nacional de Estadística, Aldehuela de Yeltes tenía, a 31 de diciembre de 2018, una población total de 290 habitantes, de los cuales 155 eran hombres y 135 mujeres. Respecto al año 2000, el censo refleja 386 habitantes, de los cuales 189 eran hombres y 196 mujeres. Por lo tanto, la pérdida de población en el municipio para el periodo 2000-2018 ha sido de 96 habitantes, un 25% de descenso.
Cultura
JUNTO A LA LAGUNA DEL CRISTO EN LA ALDEHUELA DE YELTES, UNA NOCHE DE LUNA LLENA
Noche blanca en que el agua cristalina
duerme queda en su lecho de laguna
sobre la cual redonda llena luna
que ejército de estrellas encamina
vela, y se espeja una redonda encina
en el espejo sin rizada alguna;
noche blanca en que el agua hace de cuna
de la más alta y más honda doctrina.
Es un rasgón del cielo que abrazado
tiene en sus brazos la Naturaleza;
es un rasgón del cielo que ha posado
y en el silencio de la noche reza
la oración del amante resignado