Las hojas forman un roseta sobre basal alrededor de un tallo firme. Hay especies, de crecimiento reducido, como A. tabuliforme y A. smithii y especies grandes que incluyen A. arboreum, A. Valverdense y A. holochrysum.
El nombre científico en latín (aeonium) proviene del nombre aplicado por Dioscórides a una planta crasa, probablemente derivado del griego «aionion», que significa siempre viva.[3]
Los aeonium requieren poca agua (un riego cada 15 días) y en invierno esta frecuencia se reduce.
Necesita sol o semisombra. No resisten las heladas ni temperaturas extremas.
En verano debe estar al aire libre para un buen desarrollo de la planta, y en otoño resguardarla y cuidar que la temperatura ambiente no sea menor de unos 10 °C.
El aeonium no requiere un suelo específico. En suelos no compactados y arenosos la planta se desarrolla mejor.
Los aeonium se desarrollan bien en la tierra directa o en maceta. Cuando la planta se encuentra directamente en la tierra tener en cuenta el reparo del sol muy directo y extremo o de las heladas y bajas temperaturas invernales.
Nombres comunes
Este género se encuentra representado en el archipiélago canario por endemismos exclusivos de las islas, donde recibe muchos nombres vernáculos, destacando verol (confundido frecuentemente con verode, Senecio kleinia), góngaro, bejequillo, bejeque, puntera o pastel de risco.