Advenimiento y triunfo de Cristo es un óleo sobre tabla de Hans Memling, datable ca. 1480. También es denominado como Los siete gozos de la Virgen. Su estilo es característico de los primitivos flamencos.
La composición de la escena central tiene un importante simbolismo litúrgico: María, al sostener al Niño (el pan eucarístico) en su manto, representa el Ara Dei (altar de Dios) o Ara Coeli (altar del Cielo), mientras que los Reyes Magos representan simbólicamente a la Iglesia Universal.
Las misas que se celebraban ante esta pieza de altar, en beneficio de los miembros del gremio y sus familiares, vivos y muertos, no tenían un público limitado; la abertura de la arquitectura gótica del templo permitía una visión clara de la capilla y su altar. La pintura quedaba totalmente visible desde el deambulatorio. El despliegue de detalles de guarnicionería en la escena de los Reyes Magos es una forma de resaltar la vinculación de cuadro y capilla con ese gremio, y actúa como una suerte de publicidad de los productos de sus oficios.[5]
La devotio moderna de la época convidaba a una peregrinación mental, como un viaje imaginario desde un santuario local y familiar a un destino peligroso en Tierra Santa, siguiendo los pasos de Cristo, especialmente con tal de revivir la Pasión. Este concepto puede ayudar a explicar una obra como esta: se trata de mostrar el camino de Cristo y su madre a través de los lugares sagrados.[6]