Adrián Ghio (Buenos Aires, 23 de marzo de 1946-12 de junio de 1991) fue un actorargentino de teatro, cine y televisión.
Carrera
Hijo de los actores Lidia Rosen y Carlos Montalbán, Ghio trabajó como taxista, vendedor ambulante, y luego, estudió derecho antes de dedicarse exclusivamente a la actuación.
Uno de los actores más prometedores de la década de 1970, consolidó su profesión en teatro y cine así como en la televisión argentina.
Desde chico se ganaba la vida entre el teatro y como vendedor de artículos para bebés. A lo largo de su carrera trabajó en más de doce películas y decenas de obras teatrales.
Iniciado en 1968 en teatro para niños y referente del Teatro Independiente, se lo recuerda por su participación en ¿Quién le teme a Virginia Woolf? dirigido por David Stivel, Camino Negro de Oscar Viale con Betiana Blum y Doña Flor y sus dos maridos obra que en 1983 fue suspendida por las autoridades del gobierno de facto por considerar "obsceno" el espectáculo; a poco de asumir el presidente Raúl Ricardo Alfonsín, al enterarse de que subsistía aquella prohibición la dejó sin efecto y el espectáculo pudo reponerse con otro elenco.[1] Fue revelación masculina en 1971 por su papel en la obra Madre Coraje. También incursionó en el café-concert con El párpado caído donde mostró su talento en el canto y el baile.
Famoso no solo por su telenovelas, también trabajó como actor de publicidades como la del famoso auto de aquel momento Renault 12.[2]
Vida privada
Conoció y se casó con Ana Ferrer con quien tuvo a sus dos hijas, Carolina y la periodista Florencia Ghio. Luego de divorciarse de ella tuvo un breve romance con la actriz y cantante Silvana Di Lorenzo.
Fallecimiento
El 4 de mayo de 1991, terminaba de hacer una función de la obra Pareja abierta junto a Cecilia Rossetto, cuya idea original fue suya. Adrián le ofreció llevarla a Rossetto hasta su casa (como lo hacía habitualmente) pero la actriz ya había quedado en ir a cenar con unas amigas. Entonces, Ghio le dijo "no te acuestes tarde que mañana tenemos dos funciones y está todo vendido; yo me voy para casa". le dio un beso y se subió al auto.
En esa madrugada del viernes en la esquina de Honduras con Raúl Scalabrini Ortiz, un patrullero de la Policía Federal que trasladaba a una mujer trans rumbo a una pizzeria asaltada a 85 km por hora y a contramano sin hacer sonar la sirena, lo chocó bruscamente. Por la violencia del impacto su auto colisionó contra otro automóvil que estaba estacionado. A Ghio se le incrustó el volante en el tórax. Internado de emergencia en el Hospital Fernández, y tras operarlo varias veces, falleció el 12 de junio de 1991 después de permanecer 39 días en coma y bajo un severo cuadro infeccioso. Adrián Ghio tenía 45 años.[3][4]
En el juicio la policía federal fue condenada a pagarle a la viuda y a sus dos hijas, un monto de dos millones de indemnización, cifra que no fue aceptada por los denunciantes, exigiendo una cantidad oscilatoria a cinco millones de pesos.[5] En el caso hubo varios desperfectos ya que la jueza Aristarain, encargada del caso declaró que no había pruebas suficientes para condenar a los dos policías, y el chofer del patrullero fue condenado a dos años de prisión en suspenso.[6] Disconforme por considerar injusto el fallo, su esposa llegó a escribirle al presidente la república de aquel momento, Carlos Menem, para exigir justicia.
En 2008 se le concedió el Premio Podestá a la trayectoria honorable post mortem.
En el año 2009 se emitió un documental sobre su vida –Un tiempo después– con Soledad Silveyra, su esposa (la actriz Ana Ferrer) e hijas y la actriz Cecilia Rosetto con quien coprotagonizaba la obra Pareja abierta y que se hallaba junto a él en el momento del accidente que le costó la vida.[7]