Nació en la ciudad de Guatemala, hijo de Darío Molina Padilla y de Olivia Orantes. Estudió en la Instituto Privado «La Preparatoria», en el Instituto «Modelo» graduándose con honores, y luego en la «Galileo High School» en San Francisco, California, Estados Unidos de 1934 a 1935. Al terminar el bachillerato, regresó a Guatemala, en donde estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Guatemala,[Nota 2] graduándose en 1943 de licenciado en ciencias jurídicas y sociales y los títulos de abogado y notario. Por sus excelentes calificaciones obtuvo una beca para estudiar en la Columbia University por dos años. Luego de regresar a Guatemala, estudió antropología e historia en la recién creada Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala.[2]
De 1938 a 1942 se desempeñó como secretario de la oficina guatemalteca del Departamento de Investigación Histórica del Instituto Carnegie. Fue fundador y director del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y delegado de la Facultad de Derecho ante el Consejo Superior Universitario; fue elegido decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, durante este tiempo logró establecer la Autonomía de la Universidad, con el fin de mantener a la Universidad San Carlos libre de cualquier influencia política, ya que durante el gobierno de Arbenz se ejercía mucha presión para introducir solamente la ideología marxista. También durante su decanatura, él tramitó y fundó el Bufete Popular Universitario. Fue director del Departamento de Publicaciones de dicha institución de educación superior.[2] Fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala durante el gobierno transitorio del coronel Guillermo Flores Avendaño en 1957[Nota 3] y como tal atendió las sesiones de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) y fue delegado de Guatemala en la IX conferencia general de la UNESCO en Nueva Delhi, India. Durante todo este tiempo, también fue catedrático en la Facultad de Derecho de la universidad San Carlos.[2]
El Caso Nottebohm fue el mayor triunfo profesional de Molina Orantes, quien actuó como asesor legal de la representación de Guatemala, en su calidad de Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala.[3] En este caso, una decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya del 6 de abril de 1955, determinó los criterios por los cuales Guatemala podía rechazar válidamente la nacionalidad de Liechtenstein que invocaba en su favor Friedrich Nottebohm, un nativo de Alemania establecido en Guatemala entre 1905 y 1943.
En 1943, debido a que Guatemala se había declarado en guerra con Alemania, Friedrich Nottebohm fue arrestado por su condición de alemán y fue deportado a Estados Unidos, donde quedó internado por su calidad de «ciudadano de país enemigo» conforme a los propios registros guatemaltecos. Al ser liberado en EE. UU. en 1946, Friedrich Nottebohm trató de regresar a Guatemala, siéndole negada la entrada. En 1949 sus bienes situados en territorio guatemalteco fueron confiscados y Liechtenstein inició en 1951 un proceso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Guatemala, reclamando reparaciones y compensaciones en favor de su ciudadano Friedrich Nottebohm. En este caso se planteaba un primer tema relevante en cuanto a la admisibilidad de la demanda; la cuestión era saber si Liechtenstein (el Estado donde Nottebohm se había naturalizado en octubre de 1939) podía protegerlo con respecto a Guatemala, país que presuntamente le había ocasionado el agravio mediante la confiscación de su patrimonio.[4]
La Corte decidió en fallo del 6 de abril de 1955 que no había lugar a la admisibilidad de la demanda; y que por tanto Guatemala no estaba obligada a reconocer la nacionalidad de Liechtenstein adquirida por Nottebohm para los efectos de la protección diplomática. La Corte concluyó que la naturalización de octubre de 1939 fue solicitada por Nottebohm con el único propósito de obtener un reconocimiento legal por parte de Liechtenstein a su favor, a fin de que se sustituyera su estatus de nacional de un Estado beligerante (Alemania) por el estatus de un Estado neutral (Liechtenstein), y por ello ninguna intención podía advertirse en Nottebohm en quedar ligado a las tradiciones, intereses, modo de vida o al ejercicio de derechos y obligaciones con respecto a Liechtenstein. Debido a este motivo la Corte decidió que Guatemala conservaba el derecho de rechazar la validez de la naturalización de octubre de 1939 y el Principado de Liechtenstein carecía de derecho para reclamar reparaciones en favor de Nottebohm.[5]
Esta decisión resultó relevante en el Derecho internacional respecto de los criterios que rigen el reconocimiento de la nacionalidad efectiva de una persona. Por su parte, Molina Orantes fue reconocido como un experto en cuestiones legales a nivel internacional y nombrado consultor permanente en la corte internacional, trascendiendo su prestigio como jurista los límites nacionales.
Incidente diplomático con México
Empezando en noviembre de 1956, Guatemala notificó varias veces al gobierno mexicano de tala ilegal de árboles en Petén y de pesca ilegal de camarón en aguas guatemaltecas del Océano Pacífico desde 1954.[6] El Gobierno guatemalteco indicó también que dichas embarcaciones no exponían matrícula de identificación ni bandera nacional y que Guatemala se reservaba el derecho de atacar a dichos "piratas". El 8 de noviembre de 1957, Molina Orantes, en su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, envió una carta diplomática, la primera de varias quejas formales al gobierno mexicano, explicando que la tala ilegal de árboles y la pesca furtiva en aguas territoriales de Guatemala se habían convertido en una práctica sistemática y solicitó al gobierno mexicano que, para evitar hechos que pudieran perjudicar las excelentes relaciones diplomáticas, México tomara las medidas necesarias.[Nota 4] El conflicto se saldó dos años después ya durante el gobierno del general e ingeniero Miguel Ydígoras Fuentes por intervenciones de los diplomáticos de México y Guatemala de entonces.
Cargos oficiales y no oficiales
El licenciado Molina Orantes desempeñó los siguientes cargos:
Años
Puesto
1947-1949
Fundador y Director del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala
1948-1951
Director del Seminario de Belice
1949
Miembro del Consejo Consultivo del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala
1951
Integrante de la Comisión Nacional para la Codificación para el Derecho Internacional
1952-1953
Presidendte del Colegio de Abogados de Guatemala y miembro Superior de la Universidad de San Carlos
1954-1958
Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Carlos de Guatemala
El 25 de junio de 1974, el general Kjell Eugenio Laugerud García, presidente electo de Guatemala, seleccionó a Molina Orantes como canciller, basado en su larga experiencia y prestigio.[7]
Conflicto por Belice
El doctor Molina Orantes había sido director del Seminario de Belice (1948-1951)en la Universidad San Carlos y, debido a su sólida formación jurídica y a la orientación que dio en la cátedra y en la investigación de los aspectos básicos de la controversia que Guatemala había sostenido con la Gran Bretaña en defensa de sus derechos sobre el territorio de Belice, siendo canciller participó en discusiones bilaterales con delegados británicos en varias oportunidades, para encontrar una solución aceptable a este secular problema.[8]
Debido al conflicto por la soberanía de Belice, incrementado por la insistencia del Ejército de Guatemala, Molina Orantes insistió en resolver el conflicto por la vía diplomática con Inglaterra. En 1977, representantes de Inglaterra y de Guatemala se reunieron en la Ciudad de Guatemala para una ronda de pláticas sobre la situación de Belice, en ese entonces todavía una colonia británica reclamada por Guatemala. El único resultado positivo de las reuniones fue un comunicado conjunto en el que ambos países se comprometieron a reducir las tensiones en la frontera común de ambos territorios. Sin embargo, unos días después, el jefe de la delegación británica, Ted Rowlands, dijo que las tropas que Inglaterra había enviado para proteger su territorio no serían removidas, a lo que el presidente Laugerud García replicó diciendo que la presencia de tropas inglesas en Belice era un acto de agresión contra Guatemala.[9]
Pero la situación internacional no favoreció el reclamo guatemalteco: Guatemala estaba cada vez más aislada diplomáticamente en su reclamo territorial, ya que muchas naciones latinoamericanas y caribeñas apoyaban la independencia de Belice. Incluso, el embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Andrew Young, dijo que los Estados Unidos apoyaban la independencia del territorio inglés, luego de haberse mantenido neutral hasta entonces.[9]
Visita de los reyes de España
En septiembre de 1977, los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía visitaron a Guatemala en medio de una gira de buena voluntad por países de América Latina. Como canciller, Molina Orantes estuvo a cargo de todo el protocolo de dicha visita.[10]
El jueves 31 de enero de 1980 se reunían en la sede diplomática española el exvicepresidente guatemalteco Eduardo Cáceres Lehnhoff, el excanciller Molina Orantes y el jurista Mario Aguirre Godoy con el embajador de entonces, Máximo Cajal López por una celebración próxima del Congreso Iberoamericano de Derecho Procesal, a llevarse a cabo en Guatemala. Durante esa reunión, las instalaciones de la misión diplomática fueron tomadas por campesinos miembros del Comité de Unión Campesina (CUC), provenientes de El Quiché, estudiantes universitarios que los asesoraban y miembros del grupo guerrillero denominado Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP). Tanto los ocupantes como los personeros e invitados de la embajada murieron trágicamente cuando los ocupantes evitaron la salida de los rehenes disparándoles con armas de fuego e hicieron estallar las bombas molotov que portaban.[Nota 6]
Molina Orantes había sido canciller en dos ocasiones y era un jurisconsulto respetado en el mundo entero. Asimismo, no se trató de una toma pacífica por campesinos porque los asaltantes eran liderados por guerrilleros que llevaban bombas molotov y armas de fuego. Estas armas fueron usadas para retener por la fuerza a los rehenes, según demostraron las autopsias que se efectuaron [cita requerida]. El Edificio se incendió, quemando a todos y sobreviviendo solo el Embajador Máximo Cajal López y el campesinoGregorio Yujá Xona cuando la policía imprudentemente, ingresó a las instalaciones de la embajada.[11]
El licenciado Adolfo Molina Sierra, hijo de Molina Orantes y testigo presencial de los hechos del 31 de enero de 1980 relató lo siguiente:
«Adolfo Molina Orantes llegó con su chofer a la Embajada de España, a las 11:00 a. m. a una reunión con el Embajador Cajal, el licenciado Eduardo Cáceres Lehnhoff y el licenciado Mario Aguirre Godoy.
«A las 11:30 a. m., el chofer de Molina Orantes observó que la Embajada de España era invadida por un grupo sospechoso de manifestantes con pancartas y mochilas. Después de ingresar, el personal de la Embajada cerró las puertas. Inmediatamente, el chofer de Molina Orantes, llamó por teléfono a mi casa y le informó a mi familia. Me dirijí a la Embajada para averiguar lo que sucedía, mientras mi madre, Emilia de Molina, llamaba al Ministro de Gobernación Donaldo Alvarez Ruiz, para pedirle ayuda, ya que el ministro conocía a Molina Orantes y creyó que podía auxiliar en algo; pero el ministro no contestó las llamadas.»
«Al llegar a las 12:00 horas a la Embajada, ví que la policía ya se encontraba en la calle, rodeando la Embajada. Ya había unas mantas sobre los balconess que decían Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y Comité de Unidad Campesina (CUC). También se encontraban muchas personas particulares observando lo que sucedía. El Embajador tenía un megáfono en la mano y con él pedía la colaboración de la policía para mantener el control de la situación. Molina Orantes, que había sido tomado como rehén, fue forzado a pedir ayuda por el megáfono, para que la policía colaborara y así evitar cualquier desgracia. Los ocupantes se encontraban por toda la casa. Había un carro de la Cruz Roja aparcado al lado de la Embajada. Empezaron a llegar más policías y judiciales, y se empezaron a subir al techo por las paredes. Mario Aguirre Godoy logró salirse de la Embajada y fue escoltado a su casa.»
«A eso de las 14:00 empezó el movimiento más intenso de la policía. Pedí al jefe de la Policía Nacional que esperara diez minutos más, que iría a llamar por teléfono al Ministro de Gobernación Donaldo Alvarez Ruiz. Cuando regresé, la policía ya había ingresado al primer piso de la Embajada. Los ocupantes se atrincheraron en el segundo piso, en el despacho del Embajador, y cerraron la puerta y las ventanas. No se oía nada. La policía subió al segundo piso. Se oyeron dos disparos que salieron por las ventanas del despacho hacia la calle. Tras de eso, se escuchó desde dentro un sonido apagado, como cuando se enciende una estufa de gas o como cuando a la gasolina se le prende fuego, y entonces salió el humo negro del despacho hacia la calle y empezaron los disparos y los gritos. Corrí, agarré la manguera del jardín y me trepé al balcón, quería apagar el fuego, ayudar a mi padre. Había mucho humo, el fuego no me dejaba acercarme y el griterío era interminable. Una indígena puso su cara y sus manos en los barrotes y allí murió, enfrente de mí, sin que pudiera hacer nada. El fuego vino de adentro, del despacho del Embajador. El Embajador Cajal salió vivo, todos los demás murieron. Los rehenes fueron sacrificados por los guerrilleros más radicales que juraron que nadie saldría vivo, ayudados por el Embajador Cajal.»[12]
Departamento de Estado (2005). «Laugerud García anuncia a su gabinete». Archivos del gobierno de los Estados Unidos(en inglés). Consultado el 13 de octubre de 2014.
Luján Muñoz, Jorge (1980). Jorge Luis Arriola, ed. Adolfo Molina Orantes, breve semblanza biográfica. Guatemala: Serviprensa.
Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala (31 de enero de 1980). «Datos Biográficos del Doctor Adolfo Molina Orantes». Dirección de Protocolo (Guatemala).
Anales de la Academia de Geografia e Historia. Tomo LIII. Guatemala: Academia de Geografía e Historia. Enero a diciembre de 1980.
↑Las tensiones se generaban mientras varios países alrededor del mundo reclamaban un mar territorial de 12 millas (22.2 km), en lugar del límite de 3 millas (4.8 km) reconocido desde el siglo XVIII.
↑Únicamente se salvaron Mario Aguirre Godoy (quien huyó justo a tiempo), el embajador Cajal ( con quemaduras leves en los brazos) y el campesino Gregorio Yujá Xona, pero este último fue secuestrado del hospital en que estaba y fue asesinado esa misma noche.