Un fragmento del Lignum Crucis fue traído a Irlanda por la reina PlantagenetIsabel de Angulema,[1] alrededor de 1123. Ella era la viuda de Juan Sin Tierra guardando la reliquia en el monasterio cisterciense de Thurles, que ella restauró completamente cambiándole el nombre al actual.
Con el tiempo la abadía y la reliquia sagrada se convirtieron en un centro de peregrinación muy importante; durante la Reforma se convirtió en un lugar de encuentro de la víctimas de la persecución, como símbolo e inspiración de la fe católica.
La reliquia fue expuesta por última vez para su veneración pública en 1632 y tras la guerra de Cromwell la abadía quedó en ruinas.
En el 850 aniversario, el 21 de enero de 1969 la abadía fue restaurada convirtiéndose en un templo católico. El sacristán de la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano cedió una reliquia autentificada de la cruz de Cristo, un emblema de la Cruz de Jerusalén o cruz de las cruzadas fue donada a la abadía.[2]
Galería
Referencias
↑Holy Cross AbbeyThe Catholic Encyclopedia, Volume VII. Published 1910. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, June 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor
↑Holy Cross Abbey, by Thomas Morris, Irish Heritage Series, no. 55, published by Eason & Son Ltd, Dublín 1986. [[[ISBN]] 0-900346-75-2]