Marco Aurelio y Lucio Vero, hijos (adoptivos) del emperador Antonino Pío, ejercen el consulado en el Imperio romano. La muerte de su padre el 7 de marzo les eleva a la categoría de coemperadores, tal y como Adriano había hecho prometer a Antonino Pío. Es la primera vez en el Imperio romano que dos personas comparten la dignidad imperial.[1]